La Aportación del Derecho, la Religión y la Economía a los Procesos de Estructuración y Funcionamiento de la Vida Social

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En la actualidad, el conocimiento que se tiene de la historia de los diferentes pueblos y culturas avala la tesis de la multiplicidad de los factores que han determinado en cada caso los principios orientadores de la organización y funcionamiento de la vida social.

Al mismo tiempo, avala también la conclusión de que las creencias religiosas, los códigos jurídicos y los intereses económicos han tenido casi siempre un destacado protagonismo. Pero, ojo, no confirma la hipótesis del predominio excluyente de alguno de ellos.

En efecto, resulta evidente que el respectivo credo religioso, no sólo ha condicionado siempre con fuerza el sentido de la organización social, sino que ha sido incluso la matriz de los pueblos o naciones, en el sentido de que ha actuado como germen de autoidentificación cultural y política de dichos pueblos.

Consecuentemente, el código de principios y normas que regían la vida de los individuos y los grupos estaba profundamente mediatizado por las creencias religiosas.

Esta mediación ha pervivido en la vida de las sociedades hasta momentos muy avanzados de la historia. De hecho, todavía existen en las sociedades actuales vestigios de la profunda penetración que lo religioso ha llegado a tener en los distintos sistemas normativos que regulan el funcionamiento de la vida social.

Del mismo modo, la influencia del factor económico en la configuración del Derecho ha sido siempre muy intensa, ya que los códigos jurídicos han actuado a menudo como mecanismos de protección de los intereses privados de los individuos o grupos dominantes, mediante la regulación de tales intereses como bienes generales que favorecen a todos los ciudadanos.

En conclusión, resulta difícil afirmar que el Derecho es una simple segregación de las relaciones económicas o un mero reflejo de las creencias religiosas. Parece ser más bien un agente social especialmente activo que se relaciona con la religión y la economía a través de una vinculación de influencia mutua circular.

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